domingo, 15 de agosto de 2010

El Milagro de la Nieve V – El tiempo como otra dimensión

A comienzos del siglo XVI Mathias Grunewald nos propone leer la tercera dimensión en profundidad, no sólo en términos de perspectiva, sino también como una dimensión extra: el tiempo, de manera afín a la representación espacio-temporal de la Física.


A fines del siglo XIII y comienzos del XVI la historia del milagro de nuestra señora de las nieves ya era muy popular en toda Europa, y en particular en Alemania. Por ello, no es de extrañar que la diócesis de Mainz encargara a Matthias Grunewald una representación. El artista realizó un panel (imágen de la izquierda) que formaba parte –junto con la famosa Madonna Stuppach- del altar de la iglesia de Aschaffenburg (1517-19). Actualmente, se encuentran en el Stadtische Museen de Freiburg im Breisgau.

Esta representación del Milagro de la Nieve muestra una forma de visualizar el tiempo que es esencialmente distinta a todas las que analizamos en entradas anteriores. Al igual que en el altar de Sassetta, aquí podemos ver varios eventos distintos. Pero a diferencia de lo que ocurre en el altar, aquí los eventos no se muestran uno junto a otro construyendo un relato que se puede leer de izquierda a derecha, sino que se estratifican en distintos planos. En el primer plano (en rojo) vemos al papa Liberio marcando la planta del nuevo edificio sobre la nieve fresca, mientras el patricio Juan y su esposa miran la escena de rodillas. En un segundo plano (en verde) vemos dos eventos ocurriendo simultáneamente, al papa durmiendo en su cama, mientras que el patriarca Juan y su esposa miran la aparición en el cielo. Finalmente, en el fondo de la imagen (en azul) vemos a los feligreses saliendo de una iglesia, posiblemente San Juan de Letrán, mientras cae la nieve por intervención de la virgen María.


Si quisiéramos rearmar el cuadro de Grunewald a la manera del altar de Sassetta, tendríamos que ordenar las imágenes tal como se muestra en esta secuencia.


Sin embargo, Grunewald las está ordenando en profundidad. Al hacerlo, y sin dejar de utilizar la tercera dimensión espacial de la perspectiva en cada uno de los eventos que representa, está utilizando esa misma dirección en profundidad como si fuese una dimensión extra: el tiempo.

Debemos recordar que estamos hablando de una representación visual de comienzos del siglo XVI, y sin embargo resulta sorprendente la propuesta de usar un eje perpendicular al plano de la imagen para representar el flujo temporal de lo que básicamente es una representación espacio-temporal.

Naturalmente, esta idea no es privativa de Grunewald y fue utilizada por muchos otros artistas. Por ejemplo, aunque de una manera mucho más simple, también las vimos en las obras de Murillo “Sueño del Patricio” y “El patricio Juan y su esposa revelan su sueño al papa Liberio”.ambas de mediados del siglo XVII, que mostramos en una entrada anterior. En ambos casos se representa en segundo plano un evento futuro. En el “Sueño del Patricio” la virgen María está señalando la nevada que aún no ha ocurrido, mientras que en “El patricio Juan y su esposa revelan su sueño al papa Liberio”, se ve en un segundo plano al papa trazando la planta de la futura iglesia, evento que también está por ocurrir. En otras palabras, el tiempo fluye en dirección perpendicular y hacia dentro del cuadro.



  1. John Dillenberger: Images and Relics: Theological Perceptions and Visual Images in Sixteenth-Century Europe [Oxford Studies in Historical Theology] (New York: Oxford University Press. 1999).

No hay comentarios:

Publicar un comentario