domingo, 11 de julio de 2010

Isola Bella

Los viajeros ingleses que visitaron la Isola Bella, la describieron con lujo de detalles, pero sin reparar en un símbolo que se repite en distintas partes de su palacio y su jardín. Años más tarde, este símbolo despertaría el interés de un físico-matemático escocés.


En el brazo oeste de la parte italiana del Lago Maggiore se encuentran tres pequeñas islas, dos de ellas, llamadas Bella y Madre, junto a la costa sudoeste entre Stresa y Baveno, y la otra, dei Pescatori, en el centro de lago entre Stresa al sur y Verbania al norte. Además hay dos islotes, el Isolino di San Giovanni, pegado a la costa norte cerca de Verbania, y la pequeña roca de Malghera, entre Bella y Madre. En conjunto abarcan un área de poco menos de 20 hectáreas y son propiedad de la familia Borromeo.


La más conspicua y visitada de estas islas es -sin duda- la Isola Bella, ya que está completamente ocupada por un Palacio y su jardín. En la imagen, una vista de esta isla desde Stresa pintada hacia 1690 por Gaspar Andriaans van Wittel (1653 - 1736), también conocido como Gaspare Vanvitelli o Gaspare degli Occhiali, debido a los extravagantes anteojos que utilizaba para superar sus problemas de visión.

Hacia 1630 Carlo III Borromeo comisionó al arquitecto milanés Giovanni Angelo Crivelli la construcción del palacio y el jardín sobre la que hasta ese entonces no era más que una roca habitada por pescadores. Como el palacio estaba dedicado a Isabella D'Adda, esposa de Carlo III, la isla cambió su nombre de Inferiore o Ixella de subtus (por contraste con la Isla dei Pescatori que, en aquella época se conocía como Superiore o de supra) por su denominación actual. En la imagen vemos un plan de la isla de 1633, por Giovanni Angelo Crivelli [1]


La isla experimento grandes transformaciones desde mediados del siglo XVII hasta mediados del siglo XIX, adoptando el aspecto actual de un buque imaginario, con la villa como proa y el jardín en la cubierta de popa. Tanto la vista de la Isola Bella desde el norte que se muestra al comienzo de esta entrada, como la que se ve a continuación (con las Islas Madre a la derecha, Bella a la izquierda y dei Pescatori al fondo, junto con el Isolino di San Giovanni) son aguatintas [2] coloreadas realizadas por Gabriel Lory fils (1784 - 1846), de una serie de 36 publicadas en 1811 [3].


Hay que admitir que tanto el palacio como los jardines no han despertado una admiración unánime. En particular, los viajeros ingleses del siglo XIX no tenían una muy alta opinión sobre Isola Bella. Ya el anticuario y sacerdote católico irlandés John Chetwode Eustace (c. 1762 - 1815) suponía que si bien el nombre de la isla "deriva su epíteto de bella del palacio y los jardines que cubren su superficie [...y que] habían despertado gran admiración durante gran parte del siglo anterior [...] Cuando el gusto del público cambió [...] la Isola Bella perdió su fama, el hechizo se disolvió, las escenas de cuento de hadas se desvanecieron, y nada quedó salvo una masa pesada y aburrida, un montón de deformidades" [4].

Hay que recordar que durante la segunda mitad del siglo XVII, viajeros como Gilbert Burnet (1643 - 1715) la había definido como la más bella residencia veraniega del mundo, llegando inclusive a denominarla "incantata" [5]. Sin embargo, tal como señala M. Azzi Visentini [6], un siglo más tarde Jean Jacques Rouseeau ya comenzaba a dudar sobre el buen gusto de la ornamentación de la isla [7]. Por ejemplo, el pintor inglés William Brockedon (1787 - 1854) opinaba que las terrazas del jardín eran una "basura" (trash) que destruía el placer de la vista de la costa del lago [8]. La escritora de textos educativos y religiosos Elizabeth Missing Sewell (1815 - 1906) sentenciaba que "aunque me he sentido decepcionada por muchas cosas en el curso de mi vida, nunca tanto como por los jardines de Isola Bella" [9]. Por su parte, el historiador y genealogista genovés Jacques Augustin Galiffe (1773 - 1853) afirmaba que "Isola Bella es completamente artificial, y contiene un enorme pero desagradable palacio del peor gusto arquitectónico con una pirámide de terrazas y jardines florales apilados uno encima del otro. No hay sombra, salvo en aquellos lugares cerca del borde del lago donde crecen algunos hermosos laureles, sobre uno de los cuales fue grabado el nombre de Bonaparte, según se dice por él mismo en su camino hacia o desde Marengo" [10].

Cuando pasó por allí Pedro Antonio de Alarcón (1833-1891), ya sólo se podía leer la primera letra (B), ya que "el pedazo de corteza en que estaban las restantes, se lo han llevado poco a poco los ingleses". Además, según Alarcón, la palabra no era "Bonaparte", sino "Battaglia" [11]. En esto último, al menos, coincide con el inglés Edward George Lytton Bluwer-Lytton, 1st Baron Lytton: (1803 - 1973) quien en Octubre de 1845, en la introducción a su poema Napoleon at Isolla Bella, nos informa que "unos pocos días antes de la batalla de Marengo, Napoleón grabo la palabra "Battaglia". La corteza ha caído de la inscripción, la mayoría de las letras se han ido, y las pocas que quedan son casi ilegibles" [12]. Lo mismo señala James Henry Coghill [13].

Con toda la atención que los viajeros prestaron al supuesto mal gusto del castillo y los jardines, y hasta a la apenas visible letra "B" presuntamente tallada por Napoleón en un viejo laurel, ninguno de ellos parece haber reparado en un "motivo" que se repite una y otra vez en toda la isla. Se lo puede ver  en las escaleras del palacio, en el piso de la gruta (formado con conchillas negras y blancas), en las baldosas del piso o en el diseño de los jardines.


Inclusive se puede encontrar en en las macetas del jardín y hasta en una escultura.


Este símbolo aparece y se repite a través del tiempo y en distintos lugares del mundo, desde la Escandinavia de los vikingos hasta los templos Shinto de Japón, pasando por la inconografía paleocristiana. Más recientemente, este motivo fue tomado por el escultor británico John Robinson (1935 - 2007), tal como se puede apreciar en las siguientes imágenes. Pero, ¿qué hace que este símbolo reaparezca en Isola Bella en el siglo XVII?


A mediados del siglo XV la familia Borromeo de Milán se dedicaba a las finanzas, con sucursales en Londres y Barcelona, habiendo amasado una fortuna considerable. El símbolo fue un regalo de Francesco Sforza en reconocimiento por la ayuda aportada por la familia en defensa de Milán. Se dice que representa a las tres familias Visconti, Sforza y Borromeo que, después de años de disputa, habían formado una unión inseparable en base a arreglos matrimoniales. Y en efecto, estos tres anillos están enlazados de una manera muy particular. Si se saca uno de ellos, los otros dos también se separan, representando que la fuerza de la alianza se mantiene mientras los tres estén unidos.


En matemática, esta idea apareció por primera vez en un trabajo de 1876 sobre la teoría de nudos escrito por el físico-matemático escocés Peter Guthrie Tait (1831 - 1901), a quien vemos en la imagen en una  representación de juventud realizada por T. C. Wageman.

En las figuras 15 y 18 de la placa IV de su artículo On Knots [14], Tait muestra los anillos de Borromeo. Un resultado notable de otros estudios posteriores es que los anillos de Borromeo son "imposibles", o al menos no pueden ser formados con círculos [15]. Para poder formar la figura de Borromeo, los anillos deben estar deformados [16]. Aún con elipses de excentricidad arbitrariamente pequeña es posible lograr el truco. Hoy, los anillos de Borromeo representan el logo de la Unión Matemática Internacional [17].


La inspiración de Tait no provino del arte o la historia, sino de un problema de dinámica de fluidos planteado por Hermann Ludwig Ferdinand von Helmholtz (1821 - 1894) y que estaba relacionado con los anillos de vorticidad. Sin embargo, cuando el tema reapareció hace relativamente pocos años en la mecánica cuántica y la física nuclear y molecular, la situación fue muy distinta. Ya tendremos oportunidad de volver sobre este tema, y de paso repasar algunas de las otras representaciones históricas, mitológicas y artísticas de los anillos de Borromeo.
  1. M. Azzi Visentini: Islands of Delight: Shifting Perceptions of the Borromean Islands, en M Conan editor: Baroque garden cultures: emulation, sublimation, subversion (Washington: Dumbarton Oaks, 2005) p. 252
  2. El aguatinta es un proceso de grabado en hueco, donde se adhiere resina al calor sobre una lámina de cobre o zinc y se la sumerge en ácido, produciendo un nivel leve y parejo de corrosión, llamado "mordida", que le permite sostener algo de tinta. Usando algún recubrimiento resistente al ácido sobre las áreas que no se desean "oscurecer" y realizando sucesivos baños de corrosión, se van logrando lasa tonalidades deseadas.
  3. Lory Gabriel père, Lory Gabriel fils: Voyage pittoresque de Genève à Milan par le Simplon (Paris: Didot l'ainé, P, 1811), hay una traducción al inglés: J. F. Ostervald, G. Lory, G. Lory and F. Shoberl: Picturesque Tour from Geneva to Milan, by the way of the Simplon (London: R. Ackermann, 1820).
  4. ...a dull heavy mass, a heap of deformity. J. Chetwode Eustace: A classical tour through Italy (T. Tegg, 1843) p. 182.
  5. G. Burnet: Some letters containing an account of what seemed most remarkable in Switzerland, Italy & Written by G. Burnet D. D. to T(he) H(onorable) R(obert) B(oyle) (Rotterdam: Abraham Acher, 1686).
  6. Op. Cit. p. 275.
  7. J. J. Rousseau: Reveries du promeneur solitaire, v. 64 de Connaissance d'une oeuvre (Editions Bréal, 2001).
  8. W. Brockedon: Journal of excursions in the Alps: the Pennine, Graian, Cottian, Rhetian, Lepontian and Bernese (London: J. Duncan, 1845) p. 72.
  9. E. M. Sewell: Journal kept during a summer tour for the children of a village school (Appleton, 1852) p. 17 
  10. J. A. Galiffe: Italy and Its Inhabitants: An Account of a Tour in that Country in 1816 and 1817: Containing a View of Characters, Manners, Customs, Governments, Antiquities, Literature, Dialects, Theatres, and the Fine Arts, with Some Remarks on the Origin of Rome and of the Latin Language (London: John Murray, 1820) p. 24.
  11. P. A. de Alarcón: De Madrid a Nápoles (Red ediciones S. L. 2009) p. 183.
  12. E. G. E. Lytton-Lytton: Dramas and Poems (Robert Bros. 1864) p. 293.
  13. J. H. Coghill: Abroad: Journal of a tour through Great Britain and on the continent (Sheldon & co. 1868) p. 199.
  14. P. G. Tait: On knots, Trans. Roy. Soc. Edin., 28, 145–190 (1876–77).
  15. M. H. Freedman and R. Skora, Richard: Strange Actions of Groups on Spheres, Journal of Differential Geometry 25, 75–98 (1987).
  16. B. Lindström and H-O. Zetterström: Borromean Circles are Impossible, American Mathematical Monthly 98, 340–341 (1991).
  17. http://torus.math.uiuc.edu/jms/Images/IMU-logo/

No hay comentarios:

Publicar un comentario